EL MEJOR CALZADO POSIBLE

A lo largo del día deberíamos dedicar unos 30 minutos a caminar, según las recomendaciones de la OMS. Ahora bien, el modo en que caminamos también es importante y más aún, el calzado con el que lo hacemos. Nuestros pies llevan miles de años de evolución y son capaces de soportar nuestro peso corporal y de facilitar nuestro desplazamiento bípedo. Precisamente por eso requieren una especial atención si queremos mantenerlos sanos. Más de la mitad de la población adulta sufre dolores de espalda, “dolencias que, en su mayoría, proceden de la biomecánica al caminar” señala Xavier Alfonso, ingeniero biomecánico y director técnico del centro biomecánico Umana. De ahí, la importancia de saber dos cuestiones básicas: “saber cómo caminamos (biomecánica de la pisada) y qué calzado necesitamos (biomecánica del calzado)” indica el experto.



El mejor momento para ir a comprar un zapato es al final del día o después de haber caminado, ya que por la mañana los pies suelen estar descansados y poco hinchados, de manera que si adquirimos el calzado en este momento del día podemos arriesgarnos a que nos queden muy justos.


A la hora de elegir una talla hay que tener en cuenta varios factores. Por un lado, la edad, pues a medida que cumplimos años el tamaño puede ir cambiando y además suelen presentar más problemas, como hinchazón, juanetes, uñas incrustadas o deformación de los dedos. Por otro, la fisonomía del pie. La medida para saber cuál es la talla perfecta es que puedas meter el dedo entre el talón y la parte final del zapato o presionar en la parte delantera del zapato y comprobar que hay un 1cm de diferencia hasta llegar al comienzo del dedo gordo.


A la hora de probarte unos zapatos debes hacerlo siempre en los 2 pies, ya que puede haber una variación en la anchura de hasta 5mm entre uno y otro en reposo. Y no sólo eso, también debes caminar con ellos sobre una superficie lo más lisa posible, pues “hay que comprobar la biomecánica, esto es la fuerza de la pisada, que puede ser diferente en el pie izquierdo o en el derecho.” Con la tecnología Adaptaction de Callaghan no tendrás ese problema pues su suela es capaz de ensancharse entre 5 y 8 mm adaptándose a los cambios de tamaño que sufre el pie al caminar, lo que te dará una absoluta sensación de comodidad.


Asegúrate de que el interior del zapato te resulta cómodo y de que no haya ningún elemento (costuras, etiquetas o material) que pueda causarte rozaduras o ampollas. Los zapatos Walker de Callaghan, al utilizar la tecnología Láser One Piece reduce hasta el 90% las costuras, por lo que aseguran máximo confort interior evitando posibles incomodidades y rozaduras.


El zapato idóneo debe tener suelas con un grosor suficiente como para proteger el pie de las irregularidades del terreno y de posibles objetos punzantes. Las suelas de los zapatos Callaghan están patentadas internacionalmente y se adaptan perfectamente al funcionamiento natural del pie, de forma que sentirás que no llevas nada además de aportarte máxima protección.


Para elegir el zapato adecuado debemos tener en cuenta dos aspectos que, según el experto en biomecánica de Umana son: por un lado, el uso, es decir, para qué va a estar destinado el calzado, “si lo vamos a necesitar para estar de pie, para caminar o correr y determinar las condiciones externas en que lo vamos a usar”. Por otro, el usuario, en cuyo caso “hablamos de unas características anatómicas (peso corporal) y biomecánicas, esto es la pisada de cada uno”, para lo que se requiere un estudio específico que ayude a determinar aspectos como la fuerza de pisada, si ésta es estable o inestable o si es supinador, pronador o neutro, entre otros.


La línea de calzado Walker, de la marca española Callaghan, está testada biomecánicamente y cumple todos los parámetros para considerarlo el zapato idóneo para tu día a día. Su exclusivo diseño, equipado con su tecnología patentada Adaptaction, permite que su suela absorba hasta un 248% más el impacto en cada pisada que cualquier otro zapato del mercado y ofrezca un 147% más de estabilidad, lo que facilita una transición suave entre el impacto, el apoyo y el despegue. Esta misma tecnología Adaptaction hace posible que el zapato se adapte al pie al caminar aportando además gran flexibilidad, una característica fundamental para dejar que el pie trabaje libremente y lo mantenga en forma. De hecho, Xavier Alfonso de Umana asegura que “cuanto más fortalecido tengamos nuestros pies y los vistamos con un calzado adaptable, flexible y cómodo, menos lesiones y dolores sufriremos, como pueden ser tendinopatías (rotuliana o de Aquiles), fascitis plantar, lumbalgias o dolores de espalda”.