A PRUEBA I Salomon Supercross
La Salomon Supercross se suma a la amplia colección de calzado de la marca francesa para correr por montaña. Nos encontramos ante una zapatilla a la que se ubica fácilmente: está por debajo de la mítica Speedcross –más completa y “profesional”, orientada a corredores que priorizan el rendimiento- y por encima de la menos conocida Alphacross, un modelo más básico y limitado. Justo ahí podemos darle cabida a esta zapatilla que destaca por su comodidad, versatilidad, estabilidad y agarre.
Las sensaciones son muy buenas desde el primer kilómetro que corrimos con ellas. No se sienten pesadas a pesar de sus 310 gramos de peso, su flexibilidad es notable y la comodidad general del pie está bastante lograda, entre otras cosas por la ausencia de costuras en el interior, el tamaño y la forma de la horma (tirando a ancha) y la plantilla de la casa Ortholite.
UPPER
Aquí destacan dos tecnologías que convierten a este modelo en un calzado más bien desprotegido y de gran ajuste: el Sensifit de Salomon, con el que ganamos sujeción y estabilidad en la pisada, y el sistema de lazado Quicklace, un clásico de la marca que logra mediante un cableado un atado cómodo y preciso.
MEDIA SUELA
En este área, pocos secretos. La marca gala apuesta una vez más por su sistema EnergyCell en el que se mezclan espumas de EVA de diferentes densidades con el objetivo de absorber los impactos y gozar de una sensación de pisada suave. En nuestro caso la hemos probado en rodajes de hasta 25 kilómetros y el rendimiento de la Supercross ha sido el esperado. Eso sí, no aconsejamos llevarla mucho más allá de los 42 kilómetros seguidos en montaña, sobre todo si los caminos son duros o complicados. Hay que apuntar que la Supercross es muy buena alternativa para los corredores que apoyan de talón, ya que encontramos en esta zona una mayor densidad de espuma y la sensación de almohadillado bajo el pie no desaparece con el paso de los kilómetros.
SUELA
En la suela Salomon apuesta para la ocasión con otro de sus clásicos: Contagrip. Una suela de perfil notablemente agresivo, con un taqueado que supera los 6 mm y un dibujo que asegura el agarre tanto en las subidas como en las bajadas gracias a esa geometría en forma de flecha. Corriendo por algunas de las zonas más técnicas de La Pedriza (Manzanares El Real, Madrid) nos sentimos seguros en todo momento y no notamos desgaste prematuro en los tacos.
Así, estamos ante una zapatilla cumplidora y fácil, un modelo ideal para esos corredores que necesitan un calzado de confianza para rodar por caminos y senderos más bien blandos y con sensaciones de amortiguación. Como decimos, no es el modelo ideal para correr ultras ni tampoco para competir si vas en busca de una buena posición en una carrera, pues para ese fin la marca francesa tiene su modelo Speedcross, algo más caro pero con mejor respuesta.
En resumen, un modelo cumplidor que no presume de grandes alardes pero al que tampoco le falta de nada. Su drop de 10 milímetros amplía el espectro de corredores al que puede convencer, y además, para estar ante una primera marca del sector como es Salomon.